Hay que empezar mencionado el admirable espíritu filantrópico de muchos ecuatorianos. Se ha podido apreciar como muchos se han organizado para ayudar a los más vulnerables, como por ejemplo con canastas básicas. Sin embargo esto no es suficiente, y el gobierno tiene la posibilidad, a pesar de la crisis presupuestaria, de ayudar a sobrellevar la crisis financiera producida por la pandemia.
Primero, eliminar el control de precios ya que esto elimina el interés de producir y aumentar stock. Más aún, si la gente sabe que se imponen controles se apresura a comprar más de lo que necesitan y esto resulta en la escasez.
Segundo, el desplome del precio del petróleo y la ausencia de uso de vehículos presenta una oportunidad perfecta para finalmente eliminar el subsidio a los combustibles. Aunque esto no tendrá un beneficio inmediato, sí ayudará a pagar la financiación del estímulo que se debe efectuar inmediatamente en forma de préstamos estatales. El estado debería ofrecer a todo ciudadano la cantidad de $350 mensuales sin intereses (la mitad del costo de la canasta básica familiar) mientras dure la pandemia. Idealmente el repago de estos montos se los haría como parte del pago de impuestos en 2021.
Este estímulo a la economía de forma directa a los que más lo necesitan no solo servirá para asegurar que ecuatorianos no pasen hambre ni les falte medicina, si no que también ayudará a mover la frágil economía ecuatoriana y prevenir una depresión económica total.
Con suerte, esta experiencia comprobará que la mejor ayuda que deben recibir los más vulnerables es dinero en efectivo.
Primero, eliminar el control de precios ya que esto elimina el interés de producir y aumentar stock. Más aún, si la gente sabe que se imponen controles se apresura a comprar más de lo que necesitan y esto resulta en la escasez.
Segundo, el desplome del precio del petróleo y la ausencia de uso de vehículos presenta una oportunidad perfecta para finalmente eliminar el subsidio a los combustibles. Aunque esto no tendrá un beneficio inmediato, sí ayudará a pagar la financiación del estímulo que se debe efectuar inmediatamente en forma de préstamos estatales. El estado debería ofrecer a todo ciudadano la cantidad de $350 mensuales sin intereses (la mitad del costo de la canasta básica familiar) mientras dure la pandemia. Idealmente el repago de estos montos se los haría como parte del pago de impuestos en 2021.
Este estímulo a la economía de forma directa a los que más lo necesitan no solo servirá para asegurar que ecuatorianos no pasen hambre ni les falte medicina, si no que también ayudará a mover la frágil economía ecuatoriana y prevenir una depresión económica total.
Con suerte, esta experiencia comprobará que la mejor ayuda que deben recibir los más vulnerables es dinero en efectivo.
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